Diagnosticar, un bucle temporal
Alejandra Hermosillo Mercado • 20 de junio de 2021

Siempre que se inicia con un trabajo de investigación, un proyecto estratégico, un programa gubernamental o privado o una política pública, lo primero que se plantea es la elaboración de un diagnóstico. Pero ¿por qué es importante?, ¿a qué profundidad debe llegar?, ¿qué tanta información debe contener?, ¿con qué detalle?, estas son solo algunas de las preguntas que debemos comenzar a hacernos.


Efectivamente, cualquier toma de decisiones debe empezar con un diagnóstico situacional, el cual debe reflejar el contexto en el cual se encuentra el escenario a abordar. La cuestión, es que a menudo se centran los diagnósticos en un cúmulo de información de todo tipo, que carecen de correlación y análisis y, sobre todo, de la identificación de problemas.


Esto último es la finalidad de la construcción de diagnósticos, no el acumular datos, muchas veces relacionados solo tangencialmente, sino que esta información debe analizarse, procesarse, correlacionarse e ir identificando los principales problemas que están aquejando la situación.


Sin embargo, debe estar presente que el entorno se encuentra en un dinamismo continuo, está en constante cambio y mutación por lo cual los diagnósticos suelen ser obsoletos en muy poco tiempo y es aquí en donde se corre el riesgo de estar en un bucle temporal del diagnóstico.


Tanto en el sector privado como en el público, cada vez que se plantean estrategias consideradas novedosas, se utiliza una gran cantidad de tiempo y recursos en la elaboración de diagnósticos y no se sale de esa situación. Lo importante es el llamado a la acción, cualquier problema que se quiera abordar estará ya por demás diagnosticado, no es necesario que se siga desperdiciando tiempo valioso en la elaboración de un diagnóstico que ya es bien conocido, sabemos cuáles son los problemas que más aquejan a la población, y en muchas ocasiones inclusive conocemos lo que se necesita para resolver estas cuestiones. Pero, por alguna razón, continuamos en un bucle diagnóstico que impide salir de ir y continuar con las siguientes partes el proceso, las más importantes, las de encontrar soluciones. 


Podemos seguir por siempre diagnosticando porque las situaciones son cambiantes, son oscilantes, salen nuevas mediciones, se establecen metodologías actualizadas, indicadores distintos, que todos llevan a la identificación de los mismos problemas.


El verdadero éxito radica en identificar los problemas, el cómo los abordamos y cómo les damos solución.

"Cualquier toma de decisiones debe empezar con un diagnóstico situacional"

Alejandra Hermosillo

Por Alejandra Hermosillo Mercado 20 de junio de 2021
Priorizar , es algo elemental que deberíamos hacer en cada aspecto de nuestra vida. El focalizar nuestros recursos, ya sean dinero, tiempo, atención, cuidado, es la manera más eficiente de conseguir maximizar los beneficios que podemos tener.
Por Alejandra Hermosillo Mercado 20 de junio de 2021
¿Cuántas veces hemos escuchado que las juventudes son el futuro? En mi opinión, las juventudes son el presente. Siempre he estado de acuerdo con otorgarles oportunidades laborales a las nuevas generaciones, ya que una cosa es el conocimiento que adquirimos de nuestra formación escolarizada y otra, la que obtenemos de la experiencia y la práctica día con día. Estas son dos condiciones muy distintas, en la formación académica nos dan el conocimiento y las herramientas, nos enseñan las técnicas que deberemos emplear en nuestra vida laboral y, si fuimos afortunados de tener una excelente educación, además nos instruyeron para utilizar la lógica y la razón en la solución de problemas, en ser creativos para crear soluciones, encontrar patrones, innovar, todas aquellas aptitudes y habilidades que son indispensables en cualquier rama o sector en el que estemos trabajando. Una vez que nos enfrentamos al sector productivo, nos damos cuenta de que las situaciones no son como vienen en los libros, que no hay parámetros exactos ni métodos que se adaptan al 100 por ciento a las situaciones que se presentan, en especial si el ramo en el cual estamos es relativo a las ciencias sociales, ya que, al no ser una ciencia exacta, son múltiples variables dinámicas las que hay que considerar, cambian constantemente y son afectadas por factores externos e internos. Sin embargo, hay una cosa que no se enseña en ninguno de los dos lugares, el esfuerzo, las ganas de hacer las cosas bien, el amor por el trabajo, el hacer tu máximo día con día, el trabajar para tú éxito y el de tu institución, y si ésta incluye beneficio de terceros, como en el caso de los ciudadanos en el sector público, es trabajar por el bien común. Lamentablemente la mayoría de los jóvenes que me ha tocado conocer en el sector laboral, piensan que lo sabe todo, creen que están descubriendo el hilo negro, no aceptan recomendaciones, cometen los mismos errores que se cometieron por los mayores hace años en lugar de aprender de su experiencia, no quieren comenzar desde cero, quieren llegar directo a puestos de jefaturas y directivos. No hay mejor manera de conocer una institución, pública o privada, que empezar desde abajo, para conocer el proceso operativo, los vicios, identificar pros y contras, y, si eres lo suficientemente bueno y tu motivación es la adecuada, ir creciendo profesionalmente y como persona, aplicar lo que sabes en la resolución de los conflictos, y cuando por tus propios méritos llegues a la cúspide, llegarás con la experiencia y el conocimiento necesarios para hacer los cambios fundamentales precisos para lograr maximizar los beneficios para la mayoría.